Cirugía de la deformidad del adulto

¿En qué consiste?

La cirugía de la deformidad del adulto consiste básicamente en la corrección de deformidades de la columna tanto en el plano coronal como en el sagital, para conseguir una correcta alineación del raquis en ambos planos. Cabe destacar que la columna adulta es más rígida que la columna infantil, con lo que estas correcciones suelen conllevar actuaciones quirúrgicas más agresivas.

¿A qué pacientes va dirigido?

Esta cirugía va dirigida a aquellos pacientes que presentan una desaxación del raquis en sentido sagital (pérdida del balance sagital del raquis) acompañado o no de una desaxación en el plano coronal (escoliosis degenerativa). Para ser sometido a este tipo de cirugías correctoras el paciente debe tener una relativa buena calidad ósea y mantener un relativo buen estado de salud.

¿Cómo se realiza?

Esencialmente la cirugía correctora se realiza por vía posterior, a pesar que en algunos casos es necesario una actuación anterior añadida. Se trata de una cirugía con cierto riesgo para la médula, por lo que se tiene que realizar con monitorización de la misma durante de la intervención (potenciales evocados intraoperatorios). Se practica un abordaje posterior sobre la columna, identificando todas las vértebras involucradas en la deformidad. A continuación se colocan tornillos en los pedículos de las vértebras con especial atención a la rotación de las mismas. En caso de osteoporosis manifiesta estos tornillos pueden ser especiales o cementados. Si el paciente presenta una pérdida del perfil sagital, es decir, el tronco se inclina anteriormente, en ocasiones es necesario realizar una osteotomía vertebral. Ésta consiste en seccionar un fragmento de vértebra para conseguir modificar la curvatura de la columna. Existen distintos tipos de osteotomías, pero la que nos permita una mayor corrección es la osteotomía de sustracción pedicular (PSO), en la cual desde detrás de secciona parte del cuerpo vertebral.

Finalmente se acopla una barra de metal a cada lado de la columna vertebral del paciente usando tornillos acoplados a los cuerpos vertebrales. Se consigue la fusión ósea mediante el aporte de injerto de hueso del propio paciente o del banco de huesos Las barras de metal acopladas a la columna vertebral aseguran que la columna permanezca recta mientras se produce la fusión espinal.

¿Cómo es el postoperatorio?

Habitualmente los pacientes permanecen 24 horas en la UCI con reposo en cama después de la cirugía, retirándose los drenajes a las 48 horas después de la intervención. Al segundo día inician la sedestación y progresivamente la deambulación asistida y la rehabilitación, y al séptimo día pueden ser dados de alta del hospital siendo autónomos para las actividades de la vida diaria. Esto es muy variable en función de la edad y patología del paciente. Las grapas o puntos se retiran entre los 10-14 días y el paciente sigue la rehabilitación de forma ambulatoria.Después del proceso de recuperación, es posible que los pacientes puedan volver a llevar una vida activa normal.

¿Qué complicaciones presenta?

En general, este tipo de cirugías es de los que presentan mayor número de complicaciones, siempre en función de la edad del paciente. Entre las más frecuentes esta la infección, las lesiones neurológicas, el dolor irradiado neuropático, la pérdida hemática excesiva, las complicaciones secundarias al material implantado (arrancamiento, fracturas en vértebras adyacentes, etc.) o la reproducción de la deformidad en segmentos no fusionados.

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