La espondilolistesis consiste en el desplazamiento anterior de una vértebra lumbar respecto a la inmediatamente inferior. En función del grado de desplazamiento se clasifica en cinco estadios. El tratamiento consiste en la fusión lumbar con o sin reducción previa, en función del grado de desplazamiento.
La espondilólisis es un defecto de la pars interarticularis (zona posterior de la vertebra), y su tratamiento consiste en el relleno de dicho defecto junto con la colocación de unos tornillos o alambres.
La espondilolistesis se da en dos grandes grupos de pacientes: en primer lugar pacientes jóvenes (espondilolistesis displásica e ítsmica) y en segundo lugar en pacientes de edad avanzada (espondilolistesis degenerativa). En los pacientes que esta espondilolistesis genere dolor lumbar o compresión de las estructuras nerviosas estaría indicado un tratamiento quirúrgico, siempre y cuando fracase el tratamiento conservador.
La espondilólisis habitualmente se da en pacientes jóvenes como paso previo a la espondilolistesis, y suele necesitar tratamiento quirúrgico cuando a pesar del tratamiento conservador el paciente sigue presentado dolor.
El tratamiento consiste básicamente en descomprimir los elementos neurales y conseguir la fusión de la columna lumbar, con o sin reducción del desplazamiento de la vértebra. La artrodesis posterolateral instrumentada consiste en colocar unos tornillos por vía posterior en los pedículos de las vértebras, los cuales se unen entre sí mediante barras. Esto, conjuntamente con el injerto del paciente o de banco de huesos permite efectuar una reducción del desplazamiento de la vértebra y conseguir la fusión del raquis. A estos tornillos se les puede añadir un implante a nivel del disco (caja o malla), lo que permite conservar la altura del disco y aumentar el porcentaje de fusión del mismo. Si este implante en el disco se realiza por la misma incisión posterior se denomina PLIF (posterior lumbar interbody fusion) o TLIF (transforaminal lumbar interbody fusion), que en nuestro caso es la técnica preferida. Esta técnica también puede realizarse de forma mínimamente invasiva. Si el abordaje para colocar la caja es por vía anterior (por el abdomen) la técnica se denomina ALIF (anterior lumbar interbody fusion).
Habitualmente los pacientes permanecen 24 horas en reposo en cama después de la cirugía, retirándose los drenajes a las 48 horas después de la intervención. Al segundo día inician la deambulación asistida y la rehabilitación y al quinto día pueden ser dados de alta del hospital siendo autónomos para las actividades de la vida diaria. Se recomienda una faja u ortesis lumbar de confort durante el primer mes. Las grapas o puntos se retiran entre los 10-14 días y el paciente sigue la rehabilitación de forma ambulatoria. El paciente puede volver a realizar una vida normal entre los tres y seis meses en función de la patología. Los tiempos de recuperación suelen acortarse en caso de tratarse de una espondilólisis o cirugía mínimamente invasiva.
Las complicaciones difieren según la vía de abordaje. En general, para los abordajes posteriores las complicaciones suponen el 4% de las cirugías y consisten en infección (2%), déficit neurológico radicular (1%), la radiculopatía por tracción y la pérdida de líquido cefalorraquídeo (1%), todos ellos reversibles con tratamiento adecuado. Finalmente, en algunos casos puede producirse pérdidas hemáticas suficientes para que se requiera una transfusión. Otras complicaciones a largo plazo son la falta de fusión, la rotura del material, la recidiva de la espondilolistesis en el caso de reducción o la degeneración del disco superior a la artrodesis.
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