Rizolisis o radiofrecuencia vertebral

¿En qué consiste?

La rizolisis o radiofrecuencia vertebral consiste en introducir de manera percutánea un catéter en la zona lateral a la articulación facetaria de un segmento de la columna. El objetivo de esta técnica es destruir el ramo posterior vertebral que es origen del dolor lumbar.

 

Tratamientos.-rizolisis-o-radiofrecuencia-vertebral

 

¿A qué pacientes va dirigido?

Esta técnica esta indicada en pacientes con dolor lumbar dependiente de las articulaciones posteriores. Si se determina que las articulaciones facetarias son la fuente del dolor, la rizolisis es la técnica indicada para aliviar el dolor por un período prolongado. Este dolor se manifiesta más con la extensión de la columna y con la bipedestación prolongada. En ocasiones puede irradiar a glúteos y muslo, sin sobrepasar la rodilla (seudociática). Mediante bloqueos facetarios se confirma previamente que el dolor procede de estas articulaciones y se delimita el número a tratar.

¿Cómo se realiza?

El procedimiento se realiza bajo anestesia local y control radiográfico y dura aproximadamente 30 minutos. Con el paciente acostado boca abajo, se localiza con radiografías el nivel donde se debe realizar la rizolisis, y se introduce una aguja fina hasta llegar a la zona externa de la articulación. Llegados a este punto, se efectúa una estimulación sensitiva y motora del ramo posterior para confirmar la localización correcta del catéter y que este esta lejos de la raíz anterior. Una vez localizado el punto, se realiza una termocoagulación del nervio que recoge la sensibilidad de estas articulaciones; estos nervios no tienen territorio cutáneo, por lo tanto no hay pérdida de sensibilidad después del procedimiento. Esta termocoagulación puede ser térmica (habitualmente 90 segundos a 80º) o pulsada (40º durante 2 min). Se repite el procedimiento en función del número de articulaciones a bloquear.

¿Cómo es el postoperatorio?

Es un procedimiento ambulatorio, quedando el paciente en observación durante aproximadamente 30 minutos. Después de este período de tiempo el paciente es dado de alta, y puede retornar a sus actividades habituales alrededor de 24 horas después del procedimiento. Al ser una técnica percutánea no se colocan grapas ni puntos, solo un apósito que debe ser retirado a las seis horas de la punción.

¿Qué complicaciones presenta?

Las complicaciones de este procedimiento son casi inexistentes. Sólo en algunos casos excepcionales se ha descrito infección del punto de la punción o sangrado. En algunos casos puede requerir la repetición del procedimiento si en la primera ocasión la eliminación del nervio no ha sido completa.

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